En el año 2003, la editorial Temas de Hoy publicó bajo anonimato Diario de un skin, un libro escrito en primera persona por un periodista de infiltración conocido bajo el nombre de "Antonio Salas". El periodista ofreció una visión inédita del movimiento neonazi español y sus innumerables grepúsuculos. Su estilo narrativo y su temática oscura y desconocida atraparon a miles de lectores, convirtiendo al libro en un "fenómeno de masas" con cientos de miles de ejemplares vendidos. Por su parte, la publicación generó todo un debate social en torno al periodismo de infiltración y sus límites éticos.
Por resumir, "Salas" adoptó durante un año la identidad falsa de un joven neonazi y su estética, convivió y delinquió con ellos y documentó con cámara oculta los conciertos, conferencias, partidos de fútbol, etc. a los que acudió durante su infiltración.
Cabe señalar que Diario de un skin es una obra de carácter divulgativo que al basarse en una "infiltración", se convierte en un relato subjetivo no sujeto a los estándares de imparcialidad presentes en los estudios sociológicos. No obstante, sigue siendo un libro citado en investigaciones científicas que abarcan el campo de la extrema derecha, ya que fue la primera obra que ofreció una visión directa sobre estos grupos caracterizados por su hermetismo y sectarismo.
Sin embargo, los métodos empleados en su investigación y la veracidad de su relato son fácilmente cuestionables, lo que ha llevado a algunos a considerar a "Salas" como un fraude. En las sigueintes líneas, veremos hasta qué punto las historias de "Antonio Salas" representan un triunfo del periodismo de infiltración.
Para empezar, Diario de un Skin incluye todo tipo de detalles morbosos (y poco necesarios) para un estudio que se pueda considerar serio, como nombres completos y números de DNI de sus supuestos "camaradas", sus lugares de encuentro y trabajo, relatos detallados de agresiones, encuentros sexuales, etc. Con este tipo de elementos propios de la prensa amarilla, el libro adopta un tono sensacionalista que creo que no encaja a la perfección en el formato de un análisis serio y riguroso.
Por otro lado (y esto ha causado grandes polémicas) aunque sí que es cierto que "Salas" se infiltró en el grupo UltrasSur (y esto le trajo problemas personales), existen sospechas sobre la profundidad real de su infiltración. Esto se debe a que es bastante problable que "Salas" tuviera vínculos previos con grupos neonazis de Galicia, lo que indudablemente resta veracidad a su supuesta experiencia.
Esta credibilidad se ve aún más afectada por las creencias y cosmovisiones personales del autor. "Salas" muestra simpatías por teorías conspirativas, sectas esotéricas y satánicas que ejercen influencia social en altos niveles, creencia en extraterrestres y otros seres imaginarios (cita en Diario de un Skin sus obras escritas bajo nombre real) o posturas "revisionistas" del Holocausto, aunque no llega a la "negación" total.
Diario de un Skin, incluye un capítulo en el libro en el que el autor se infiltra en la "otra cara de la moneda". Increíblemente, "Salas" relata su infiltración en el movimiento okupa de Barcelona, donde descubre vínculos con Euskadi Ta Askatasuna y el gobierno de Venezuela. La historia desde luego contiene todos los elementos que cualquier fan de los thrillers de espionaje requiere para pasar un buen rato. Bromas aparte, a lo largo de la obra, el autor insiste repetidamente en la teoría de que "los dos extremos se tocan", comparando el fascismo con el antifascismo, sus características y objetivos políticos. Desde luego, esta visión no explica el fenómeno histórico, político y sociológico que subyace al entramado neonazi de España,
En resumen, lo que aquí se expresa ha llevado a ciertos autores a considerar a Antonio Salas como un fraude. A pesar de todas las acusaciones, creo que Diario de un skin tiene sus méritos en la denuncia del extremismo político y su exposición pública, siempre teniendo en cuenta que el relato de "Salas" se acerca más a lo novelístico que a algo parecido a un informe periodístico serio.
Interesante caso. En la frontera entre la investigación periodística, sociológica y antropologica
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