Analizar críticamente el Rock Against Communism (RAC), como vehículo discursivo fundamental de organizaciones de carácter neonazi y neofascista, permite comprender intersecciones entre música y expresiones artísticas y movimientos políticos con ideologías extremistas concretas. Más allá de lo que es propiamente el análisis musical, puede contribuír a la reflexión sobre la evolución de los discursos mitificados de la extrema derecha, su adaptación el el contexto sociopolítico y su impacto.
Siendo un movimiento que puede considerarse "marginal", el RAC es a su vez omnipresente en todo evento neonazi / neofascistas. A través del análisis de letras, podemos entender cómo se han articulado sus mensajes y cómo estos han sido recibidos. Esto permite desmitificar y contextualizar su impacto, evitando la trivialización de discursos excluyentes.
Además, una investigación de estas características (atendiendo al momento histórico en el que vivimos), puede ser de utilidad para sociólogos, politólogos, psicólogos u otros interesados en asuntos que tengan que ver con la radicalización (no solamente ideológica) y el impacto de la propaganda y de la manipulación. En un momento de auge explícito de estos discursos, vuelve a ser un tema de debate e interés general. Por lo tanto, este tema puede aportar algunas claves sobre las estrategias de este tipo de movimientos y su capacidad de adaptación en el tiempo y en el espacio.
Desde una perspectiva ética y educativa, esta investigación puede servir como herramienta de prevención y concienciación. Analizando mecanismos de difusión y captación, los poderes público y sociales podrían desarrollar estrategias que permitan combatir la intolerancia y la desinformación. En definitiva, un trabajo académico sobre el RAC aporta conocimiento a la historia del tiempo presente y a su vez permite la apertura de un debate sobre el arte como medio de transmisión de ideologías.
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